lunes, 31 de mayo de 2010

Crónicas semanasanteras a destiempo: nieve por los pelos

Debido a que regresé a España a los pocos días de irse de aquí Antonio, Elvira, Nicolás y Pablo, esta entrada se me ha ido quedando colgada. La escribí casi entera en el avión que me lleva de Helsinki a Madrid pero cuando pisé suelo alcalareño decidí no actualizar el blog mientras estuviese “de vacaciones”. Ahora coge un poco a destiempo, pero me pareció un despropósito dejarla en el olvido con lo bien que lo pasamos durante esos días. Además, hubo muchas experiencias nuevas para nosotros, entre ellas, ver cómo, esta vez, los niños que disfrutan con la nieve son los nuestros. Sólo con eso nos ha sobrado.

Creo que al hablar de la visita de Conchi y Clemente nunca llegué a decir lo rápido que se me pasaron esos 9 días. Digo esto porque la visita de Antonio, Elvi y los niños se me ha hecho aún más corta si cabe. Hemos tenido tiempo de hacer multitud de cosas y, sin embargo, me queda la sensación de haber pasado una semana placenteramente tranquila.

Este invierno ha sido especialemente frío en Helsinki y eso ha supuesto que haya nevado mucho y durante más tiempo. Gracias a esto, estábamos seguros de que todo seguiría blanco en Semana Santa, a pesar de que otros años no hubiese sido lo normal. Sin embargo, los días previos a que llegasen mis cuñados, Dani y yo empezamos a ponernos un poco nerviosos: las temperaturas empezaron a subir – en torno a los 0ºC -, comenzó el deshielo y el nivel de nieve iba bajando considerablemente cada día. Porque, claro, Nicolás se está haciendo mayor pero no deja de ser un niño y temíamos que el viaje no cubriese las exigentes expectativas que conllevan sus 6 años. Sobre todo cuando no para de escuchar lo bonita que es la nieve y lo divertido que va a ser tirarse en trineo por ella y hacer muñecos de nieve.

Pero la nieve aguantó. Lo justo, pero ahí estaba. Es una pena que no hayan podido ver cómo todo, absolutamente todo, estaba cubierto de una capa blanca pero la verdad es que, en relación con años atrás, todo ha resultado ser perfecto. Y Nicolás se ha tirado en trineo. Y Elvira. Y Antonio. Y Dani. No sabría decir quién disfrutó más. Sólo he faltado yo pero alguien se tenía que quedar con Pablo y tita Marta, encantada de la vida, se ofreció. Lo único de lo que me arrepiento es de no haber comprado antes el trineo para irnos Dani y yo a tirarnos todo el tiempo. Otra actividad apuntada para el año que viene, sin duda, desde que caigan los primeros copos. Y, por supuesto, también hubo muñeco de nieve y, oye, que no es tan fácil hacerlo como pensaba, tiene su cosa. Y nada que envidiarle a un muñeco de nieve autóctono, con sus gafas, sus guantes y su gorro. La única pega que se le puede poner es la falta de la zanahoria a modo de nariz pero es que este año por lo visto hubo plagas de conejos en la ciudad y temíamos una catástrofe.... ¿Ha colado? Que conste que lo de las plagas de conejos no es coña. Por lo visto, durante esas semanas fue es el periodo de reproducción y el ayuntamiento de Helsinki no quiso dejar que las crías se queden huérfanas. Algo que resulta incoherente si cuando crezcan tienen intención de acabar con ellas. Pero en fin, no intentemos entender a los finlandeses que, para ciertas cosas, son pelín rarunos.











Los niños estaban perfectamente uniformados con sendos monos aislantes para la nieve que le regalaron los abuelos paternos. Pero el tema guantes y zapatos hubo que remendarlo. Y no es que no fuesen válidos en condiciones normales pero, ¿llamarían condiciones normales a un niño de seis años jugando en la nieve durante horas?, pues no, no lo son. A Nicolás la nieve le llegaba a la cintura en su intento de llegar con el trineo a lo más alto posible para tirarse. Acción repetida más de tres y más de cuatro veces. Y los guantes de punto están muy bien para el frío pero ante una pelea de bolas de nieve terminan poniéndose chorreando. Conclusión: botas de agua y guantes impermeables para tapar los de lana. A partir de entonces, todo perfecto.

Lo único negativo a destacar es que Pablo se llevó más tiempo con fiebre, en el hospital, que sano. Un día nos tuvimos que quedar en casa para dejarle que se recuperase del todo. Pero, todo hay que decirlo, no nos vino nada mal un poquito de descanso. Afortunadamente, de todo esto ya ha pasado tiempo y Pablo está estupendamente. El pobre. Menos mal que es pequeñillo y no creo que le eche la cruz a Finlandia. Y, por cierto, ¡a Nicolás le han puesto gafas! Y yo que pensaba que no se podía ser más guapo...

Pues, a modo de resumen, muy resumido, ésa fue la segunda visita que recibimos. La semana que viene tenemos aquí a los siguientes en venir, Antonio y Susana, ¡qué ganas de verlos ya!

jueves, 27 de mayo de 2010

No al ERE en El Correo de Andalucía



Como muchos ya sabréis, este blog nació para contar mis aventuras desde Finlandia: acercaros visual y textualmente a este pais, sus costumbres, su cultura, su manera de ver las cosas, cómo vive y piensa la gente de aquí y nuestra rutina y quehaceres diarios. Últimamente, saber cómo va el ERE de El Correo se ha convertido en algo cotidiano para mí, así que me gustaría compartir esto también con vosotros y echar un cable a esta gente como ahora mismo está en mi mano, escribiendo.

Un par de días antes de regresar de España me enteré que el Grupo Empresarial Gallardo, empresa propietaria de El Correo de Andalucía, periódico con más de un siglo de antigüedad que lo convierte en decano de Sevilla, presentaba un ERE ante el Comité de Empresa, que supone el despido de unos 22 trabajadores de unos 90 que conforman actualmente la plantilla (datos cogidos de la página creada en Facebook)


Desde entonces, ya desde Helsinki, he intentado estar informada de todo lo que ha ido aconteciendo, a través de Facebook y del blog que han creado los trabajadores para ello. Cada día me acuerdo que a las 18.00 de la tarde (las 19.00 aquí) hay aplausos, leí todo lo que pude acerca de la concentración que hicieron en La Feria del Libro, intento mandar ánimos a través de internet... Pero nada me parece suficiente, no sé si todo esto está sirviendo para hacerles llegar todas mis energías. Me siento impotente.

Hoy los trabajadores están en huelga, concentrados, durante todo el día, ante las puertas de El Correo de Andalucía. Y yo no podré pasarme por allí.

Así que esta situación me ha llevado a dedicaros una entrada en mi blog, que no es mucho, pero desde aquí creo que es lo más que puedo hacer.

Y recordar a todos los que leáis esta entrada que hoy, jueves 27 de mayo, los trabajadores de El Correo de Andalucía tienen convocada la primera huelga de su calendario de movilización. Durante todo el día de huelga estarán concentrados en las puertas de el periódico, por lo que cualquier muestra de apoyo es muy importante para ellos. A cualquier hora del día, estarán allí, y el que se pueda escapar a saludar, seguro que será bien recibido. Para unificar horarios, habrá tres concentraciones de apoyo:

1ª: 12.30 horas de la mañana
2ª- 18.00 horas de la tarde
3ª- 20.30 horas.

Repito, ellos y ellas estarán allí todo el día. Cualquier muestra de apoyo de cualquiera de vosotros será vital para su estado anímico y moral. Y si deciden pasarse por allí, hacerles llegar mi preocupación y todo mi apoyo. Gracias.
Para el que no lo sepa, la sede de El Correo está en la Avenida Américo Vespucio, frente a la Facultad de Comunicación, en la Isla de la Cartuja.

Os dejo con un vídeo publicado en el grupo creado en Facebook referente al tema. Lo único que me queda por decir es que en esta redacción sobra talento. Muchísima suerte y todo el ánimo del mundo mundial.



domingo, 23 de mayo de 2010

De recogida al amanecer mientras anochece

El sábado por la noche la lluvia dio una tregua y pudimos salir a cenar. Teníamos una reserva en OLO, un restaurante de cocina moderna, con platos muy refinados, excelente combinación de sabores y con un gusto exquisito a la hora de crear ambiente. En esta ocasión, la excusa para darnos el homenaje fue la visita, durante el fin de semana, de dos amigas madrileñas de Tasio, Rebeca y Elena. Ha sido un placer haberlas conocido.







Fue una cena muy entrañable y con multitud de momentos divertidos. No me gustaría pasar por alto mi visita al baño del restaurante, al que no le faltaba un colín. Por haber, había hasta tampones (gratis, no en una máquina dispensadora a modo "condones") y un bote de laca. Todo un detalle.

Después de llevarnos allí unas tres horas y media entre chácharas y ricos manjares, fuímos a tomarnos unos cocktails a A21 y cuando salimos de allí, viendo que en todos los locales había unas colas de infarto para entrar, Dani y yo decidimos retirarnos.

De vuelta a casa, ya por nuestra calle, a eso de las 2.30 de la madrugada advertimos que el cielo no estaba del todo negro. Tras las todavía presentes nubes que encapotaban parcialmente el cielo, asomaban claros celestes. Me aventuro a decir que hasta que no dejemos atrás la noche de San Juan, no volveremos a ver tornarse el final del día en negro azabache: ¡benditas las cortinas del Euro Kangas!


sábado, 22 de mayo de 2010

Cambio climático. O no.

Ha sido increíble.
Llevamos un par de semanas con una temperatura entre 20 y 25ºC y con un sol radiante, sin la necesidad de tener que abrirse paso entre las nubes.
Gente haciendo cola para comprar un helado, gente en bikini tomando el sol en cualquier zona verde, gente desayunando, almorzando o, simplemente, charlando en terrazas, gente, gente, y más gente echada a la calle.
Así llevamos dos semanas.
Esta noche tenemos una cena a las 21.00. Antes, sobre las 19.00, nos íbamos a pasar un rato por la fiesta inauguración de la casa de Mariana, una amiga brasileña que conocimos durante las clases de finlandés. De repente, hace escasos minutos el cielo se ha encapotado, tan rápido que incluso el primer trueno aún no venía acompañado de nubes. Y a empezado a llover, a llover mucho, a llover todo, y ha acabado granizando. Con una situación parecida, vi a mi pueblo aquel día al borde del caos (pero sin el borde). El termómetro que tenemos en el salón ha empezado a volverse loco. Decir tiene que, aunque nunca anduvo muy cuerdo, siempre era constante dentro de su desvarío pero hoy, en escasos diez minutos, a marcado 15ºC menos.
El poema ha venido durando sólo algo más de lo que da de sí este vídeo, lo justo para tener que avisar a Mariana de que no cuente con nosotros...:



Ahora ya no llueve, ni graniza, ni nada. Pero el cielo sigue gris y amenazante. Y a ratos, algún rayo atronador nos recuerda el fin del anticiclón que nos venía acompañando y que ya empiezo a añorar.

lunes, 17 de mayo de 2010

Conciertos y desaciertos

Hace un par de días me topé en la bandeja de entrada de mi correo con esta excentricidad.

Sé que poco tiene que ver con Helsinki, Finlandia o mi experiencia nórdica y, creedme, no os haría pasar por este trago si no fuese porque la semana pasada fuímos a un concierto y nos quedamos con la boca abierta con esto otro:



No sé cómo nos las apañamos para dejar esta huella por el mundo pero no sé qué es peor, que estas cosas surjan en España o que a los extranjeros les flipe y pretendan que la flipemos con sus versiones.

La parte buena, que como todo la tiene, es que salvo ese desacierto puntual de Posteljoona&Ystävät, el segundo grupo que tocó (únicamente en cuanto al baile porque la canción, afortunadamente, tenía poco que ver con el Macarena), el resto del concierto estuvo genial. Además, el primer chico que cantó, Nopsajalka, una mezcla de reggae y hip-hop (para mí gusto, más lo segundo) nos deleitó con una canción que, a partir de ahora, se ha convertido en la sintonía de "invent":



Invent es un término que suelen utilizar Dani, Tasio y Manu (extendido desde estas últimas semanas a Jesús, Mavi and me), para señalar, sin escrúpulos, a áquel que inventa más que habla. Creedme, ocurre muy a menudo entre la gente, si no, estad atentos. Está basado en un sketch de Muchachada Nuí llamado Invent-man. Es divertido. Sobre todo cuando el que inventa no lo hace a posta y lo cierto es que normalmente ocurre así. Invito a los protagonistas aludidos a que aporten datos acerca de esto que cuento, sería para mí un honor contar con vuestra participación matizando datos.

Y, bien, nosotros acudimos al festival atraídos por el tercer grupo en cuestión, Plutonium 74, una mezcla de rock y música épica, extraña pero interesante. Suenan bien. Os dejo un fragmento de uno de los temas que tocaron y que no está nada mal:



Todo esto que os cuento tuvo lugar en korjaamo, una especie de centro cultural situado en Töölö, al noroeste del centro de la ciudad, a unos veinte minutos en travía. Creo que por allí pasaremos más de una vez. Mola.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Reciclando dinero canjeable

El asunto del reciclaje aquí, aunque no dista mucho de lo que estamos acostumbrados en España, tiene alguna que otra peculiaridad.

Una de ellas podría ser que TODOS reciclan.

Otra, que en todos los edificios hay contenedores de todos los tipos. También para aquéllo que no es ni plástico/envase, ni carton/papel, ni orgánico, es decir, todo lo demás. No hace falta ir a un "punto limpio" para deshacerte de bombillas, pilas o aparatos electrónicos. Tengo que admitir que aún no me he atrevido a tirar las pilas en ese contenedor común hasta no asegurarme fehacientemente de que esto último que cuento es así. Desde pequeña siempre me han enseñado a tener un cuidado extremo con el deshecho de estos pequeños pero altamente contaminantes objetos y las explicaciones de la encargada de mantenimiento del edificio al respecto, es decir, "aquí echen todo lo que no sea lo anterior" no me terminan de convencer del todo.

Pero lo que se lleva la palma son los 0,15 céntimos que te dan con cada lata o botella de cristal reciclabe (viene explícitamente indicado en el envase en cuestión), en forma de ticket canjeable en el establecimiento dónde las hayas depositando. Puede parecer una miseria pero, obviamente, menos es nada. Para grabar el siguiente vídeo sólo llevé tres latas con el fin de evitar que resulte pesado sin la necesidad de editarlo, lo que, en términos "monetarios" vendrían a ser 0,45 centimillos. Una miseria, sí. Por eso, lo que se estila es acumular mucha cantidad para tener descuentos en la compra de hasta 3,60 €, como conseguí yo hace sólo unos días. Otra miseria si lo comparamos con las dos enormes bolsas que llevaba el otro día una chica...

Y el procedimiento es bien sencillo:



Así da gusto colaborar con el medio ambiente. Alicientes como éste son los que faltan en nuestro país para que nos convirtiésemos todos en ciudadanos políticamente correctos... Bueno, vale, no. ¡Pero los que ya lo somos podríamos vernos beneficiados en la cesta de la compra!

Y a continuación, Dani aportará un anexo de anecdótas bastante interesantes, ¡estén atentos! :P

viernes, 7 de mayo de 2010

Mi visión de Vappu

El fin de semana pasado, casi plantando todavía el pie de nuevo en Helsinki, me topé con una de las fiestas más celebradas por aquí: Vappu. Es la fiesta que marca el fin del invierno o, lo que es lo mismo pero con una pincelada mayor de optimismo, la llegada de la primavera. Es obvio que esta gente, aunque no descontentos del todo con el hermoso invierno del que hemos sido testigos este año, ansían como las hormigas la llegada de la primavera y del buen tiempo. Y parece mentira que yo esté llamando buen tiempo a que haga 10 grados y que, cuando le pilla bueno, el sol ilumina el cielo como si no fuese a salir más. Pero lo cierto es que sí, sólo esto ya se agradece. Y eso que sólo hemos pasado aquí un invierno y ha sido bellísimo. Es fascinante ver cómo crece verde en los parque por día. Parece ayer cuando los setos estaban cubiertos de nieve y ahora se le empiezan a ver los brotes a esas ramillas marrones que parecían muertas entonces. Ayer, sentados en la terraza de un bar, a orillas del mar, hablábamos de cuando éste se veía totalmente congelado y andábamos por ahí encima junto a Clemente y a Conchi. Y, sí, han leído bien, en la terraza de un bar, con sus típicas mantitas colocadas sobre las sillas al azar para echártelas por lo alto cuando hace rasquita, vamos, casi siempre. Pero no deja de ser una gozada. Es muy usual ver mantas con ese fin en todos los lugares con terrazas y también en bares de copas y restaurantes para aquéllos que salen a fumarse un cigarrito.






A lo que iba.

Los días empiezan a hacerse interminables. Ayer al sol, que sale poco (pero más de lo que podíamos llegar a pensar), le costaba esconderse a eso de las nueve, allá por el horizonte. Y su fuerza aguanta al día, al menos, durante una hora más. Y esto, también por día, va en aumento.

Es todo: la gente, sus sonrisas, el ambiente, los parques, sus verdes y sus pájaros, el cielo azul intenso y a veces también la lluvia, por qué no... todo en plena ebullición. Y esto no ha hecho más que empezar.



Y he pensado que, para no haceros perder el encanto de esta asombrosa metamorfosis estacional que bien merece una entrada para ella sola, en otro momento os cuento cómo lo celebran estos personajes que, cualquier otro día, se hacen llamar personas.

Y también os contaré otro día que lo que estuve bebiendo ayer al fresquito no es bitter kas (bebida que detesto y aunque la probé en su momento ninguno me vísteis), sino Karpalo Lonkero, bebida compuesta de arándanos y un pelín de ginebra, con una graduación alcohólica similar a la de la cerveza y que aquí hace las veces, para mí la mar de bien, de tintito de verano, algo que ni se me pasa por la cabeza intentar pedir pero que, aparte de tener también su página en facebook, también aparece en la wikipedia. Por supuesto, "me gustan" las dos y, por supuesto, no os hablaré de esto otro día porque ya lo he hecho hoy.

Hasta otra.

jueves, 6 de mayo de 2010

De vuelta

Algunos sabeis el porqué de casi un mes de ausencia de actualizaciones. Estuve en Alcalá de Guadaíra, mi pueblo. Alguien reclamó mi presencia y para allá que fui volando.

Pues bien, un día de aquéllos, cualquiera, tuve una interesante conversación con una chica preciosa, que me hizo pensar y que me dio la idea para la primera entrada tras mi vuelta. Gracias por esa tarde y allá va.

He pensado muchas veces lo que significa para mí llevar a cabo este blog. Y a su vez me lleva a pensar lo importante que empieza a ser para todos la virtualidad. La idea de contar por aquí mis experiencias no era otra que la de sentirme cerca de áquellos a los que dejé atrás el día que decidí poner rumbo a esta aventura. Pero pronto ves que hay gente que te sigue a la que no conoces y gente a la que conoces, que nunca ha sabido de tí y que ahora está interesado en hacerlo. Es impresionantemente mágico. Esa relación con la humanidad que, de repente, se ve estrecha.

Hasta el punto de perder el miedo a la magnitud. Y yo ahí, me disculpan, pero me bajo. No puedo negar que me fascina estar interconectada con todos vosotros, pero a mí todo esto me merece un gran respeto y por eso permanezco con las puntitas de los píes apoyadas en el suelo. Me encanta tener contacto con la realidad, con la de verdad, la de siempre. Bajo esa realidad construí mis principios y éstos, para mí, son irrevocables. La interdependencia que crea un espacio virtual con los que te siguen es asombrosa: adictiva pero, a su vez, enriquecedora. También para mí. Pero para mí también es importante tener presente la escala de valores que uno mismo va construyendo y el adecuar esa magnitud de la que hablábamos antes a la realidad de cada uno. Y, por supuesto, para mí es indispensable contar siempre con esa base que me formó desde que nací: mi familia, mis amigos, mi pueblo, mis costumbres, mis olores, mis buenos momentos, los malos... MI REALIDAD. Y en ello me hallo.

Hoy día empiezo a sentir que parte de mi realidad sois vosotros, virtualmente personificados en este mundo tan conocidamente desconocido. Y me encanta la sensación de verme engullida por él. Pero eso sí, las puntitas de los pies siguen apoyadas en mi suelo.


No me gustaría despedir esta entrada sin agradeceros a todos vuestra paciente espera y sin disculparme un poco por la repentina desaparición, sin preaviso. Desde el principio me planteé la creación de este blog para contar mis aventuras en Finlandia, desde aquí, siempre desde aquí. Esto es ahora mi vida cotidiana y cuando me encuentre fuera de aquí, estaré disfrutando de vacaciones y éste, mi sitio, también lo estará. Me encanta que me sigais, me haceis sentir muy cerca de cada uno y por eso no considero que sean justas estas escapadas, así, sin más. Una y no más. Prometido.